Es una ciudad histórica y
turística famosa fundada el año 21 de nuestra era por un hijo de Herodes.
Texto y fotos de Américo
Fernández
Después de Cafarnaum donde conocimos las
ruinas de la Casa
de San Pedro y la recién desenterrada Sinagoga del Siglo II, nos dirigimos a
Tiberias, capital de Galilea, con sus 31 mil habitantes a la orilla del
lago Tiberíades y nos encontramos con una ciudad histórica y turística de gran
atractivo, famosa por demás en el mundo entero, sobre todo, porque fue fundada el
año 21 de nuestra era en tiempos del Emperador romano Tiberio, por un hijo de
Herodes el Grande.
La ciudad, por
lo tanto, debe su nombre al Emperador Tiberio. Después de la destrucción del
Templo de Jerusalén, el hogar de la vida espiritual judía se transporta hacia
el norte y Tiberías se convierte en la capital de Israel y en el centro de los
estudios rabínicos. El rabino Maimónides, filósofo, matemático y físico, reconocido
como el filósofo judío más importante de la
Edad Media , está enterrado en esta ciudad.
La ciudad prosperó hasta el siglo XI y luego perdió su esplendor durante la
época de las Cruzadas. Más tarde, la ciudad volverá a ser judía gracias a
Solimán el Magnífico, rey el imperio otomano.
De aquí
pasamos a Caná de Galilea, lugar del Primer Milagro de Jesús, al transformar el
agua en vino. El Evangelio de San Juan
dice que el milagro ocurrió durante unas bodas en Caná de Galilea. Estaban allí
la Madre de
Jesús y sus discípulos y como faltó el vino, la madre de Jesús intervino y en
seis tinajas que allí había, Jesús sugirió que las llenaran de agua y luego el
agua se convirtió en vino.
Tras recorrer 29 kilómetros ,
animado los turistas latinoamericanos por los interesantes relatos del guía
Marcelo, llegamos a Nazaret, muerto de risa, celebrando que la primera llamada
a larga distancia que desde el hotel había hecho nuestra compañera Rosita Pérez
Yépez a Ciudad Bolívar fue para preguntarle a su marido si le había echado maíz
a las gallinas. Rosita vive en las
afueras, pero en el centro de la ciudad trabaja junto con Jesús Alexis en la
escuela de pintura Armando Reverón.
Nazaret, con
más de 30 mil habitantes, se tiene y venera como el hogar de Jesús, convertido
desde el siglo IV en un relevante centro cristiano. Existe allí un gran número de iglesias y de
fundaciones cristianas. Sobresalen la Basílica de la Anunciación , la Iglesia de José en el
lugar donde estaba la carpintería y la Fuente de la Virgen , donde el Arcángel Gabriel se presentó a
María.
Pernotamos en
el Hotel Royas Plaza de Tiberias y a las
ocho de la mañana salimos hacia
Yardenit, lugar del Bautizo de Jesús en el río Jordán. Continuamos a Beit Shean para visitar las
excavaciones de una ciudad romana y salimos vía Jericó, la ciudad más antigua
del mundo para visitar el Monte de las Tentaciones y el Mar Muerto, lago salado
situado entre Israel y Jordania. A unos 395 m bajo el nivel del mar, es la extensión de
agua más baja de la Tierra.
El mar Muerto recibe agua del río Jordán, que entra en el
lago desde el norte. El Río Jordán discurre en dirección
sur a través del lago Tiberíades y constituye el límite fronterizo entre
Jordania e Israel durante la mayor parte de su recorrido, hasta su desembocadura
en el mar Muerto. En una región tan árida como el Oriente
Próximo, la pequeña cantidad de agua que aporta el río Jordán es de gran
importancia. Para Israel supone la principal fuente de suministro de agua de
superficie a través del lago Tiberíades, de donde se obtiene la mitad del agua
potable del país. Un sistema de conducciones lleva el agua necesaria para el
consumo humano desde el lago hasta las ciudades israelíes, así como el que se
destina a la agricultura, en la zona del interior y al desierto de Néguev. Los
manantiales que antes vertían sus aguas en el lago Tiberíades aumentando la
salinidad de sus aguas, se han desviado hasta un lugar más al sur con objeto de
que aporten directamente sus aguas al río. En el punto en que el Jordán sale
del lago, un lugar considerado sagrado, se han construido instalaciones para
que los peregrinos cristianos puedan celebrar el sacramento del bautismo. Tanto
en el Jordán donde San Juan bautizó a Jesús como en el Mar Muerto se bañaron
las biólogas Lesbia Granadillo, Riolama Fernández y la ecóloga Rosita Pérez
Yépez, según ellas, la experiencia, física y espiritual, es realmente única e indescriptible.
El Río Jordán donde fue bautizado Jesús
Excavaciones donde
aparece una ciudad construida por los romanos.
Bañistas en el
Mar Muerto
Vista panorámica
de la antigua ciudad de Tiberia
El camello,
bestia de carga y paseo de los palestinos.
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