domingo, 7 de abril de 2013

Tel Avic, la ciudad moderna de Israel



Américo Fernández, Lesbia Granadillo, Priscila Patete, Rosita Pérez Yépez y Riolama Fernández

Ciudad moderna construida sobre tierra yerma.  Apenas tiene cien años, mientras Jerusalén, la capital de Israel, pasa de los cuatro milenios.

Texto y fotos de Américo Fernández

Cuando uno viaja a Tierra Santa, la primera escala obligada es el Aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv.  Yo realice el viaje a bordo de un avión de Air France que tardó catorce horas desde el Aeropuerto Simón Bolívar de Maiquetía, haciendo escala en el aeropuerto Charles de Gaulle de Paris.  Viajaba en compañía de la bióloga Lesbia Granadillo, la ecóloga Rosita Pérez Yépez,  suboficial de la naval Priscila Patete y  bióloga marina Riolama Fernández.
            Tel Aviv es una ciudad moderna e industrial, la segunda más importante de Israel después de Jerusalén, su capital histórica y milenaria  Tiene más de 4 mil años mientras Tel Aviv apenas cuenta una centena.
            Israel, con una población aproximada de 8 millones de habitantes, apenas cuenta 60 años como estado republicano, soberano e independiente. Está  ubicada en las tierras bíblicas de Canaán, mejor conocidas en la actualidad como Palestina, en la costa oriental del Mar Mediterráneo, al suroeste de Asia, y dividida en su mayor parte entre Israel, Jordania y los territorios autónomos  palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza.
            Tel Aviv que en hebreo significa “colina de primavera”, está situada a orillas del Mar Mediterráneo, siempre lleno de turistas de todas partes del mundo disfrutando la placidez se sus  playas y la comodidad de sus balnearios, donde incluso por las noches se levantan pantallas para la proyección de sonados  encuentros futbolísticos.
            Esta urbe casi siempre confundida con la capital de Israel es sin duda el  principal centro comercial, económico e industrial del país. Las principales industrias se basan en los sectores alimentario, textil, de la confección, químico, metalúrgico, maderero, automovilístico y de material eléctrico y electrónico. Esta considerado como el quinto país en tecnología avanzada del mundo.
El resto de la actividad comercial está ligado a la talla de diamantes.  No obstante el valor que le agrega la talla al diamante, en Venezuela, con 100 años de explotación diamantífera, no existe una industria del diamante, Israel, sin embargo,  con una población inferior a la de nuestro país y en cuyo suelo no existen yacimientos de diamantes, tiene una auténtica industria conformada por más de diez mil talladores.  Israel importa una buena parte de la producción mundial, incluyendo la de Venezuela avaluados en menos de un millón de dólares y exporta 200 millones de dólares.
 El turismo es otro pilar de la economía de la ciudad, que casi en su totalidad está centrado en la zona costera, y cuenta con numerosos complejos hoteleros que se benefician de un clima benigno que favorece dicha actividad. La ciudad está formada por dos núcleos urbanos distintos: la histórica Yafo, en el sur, y la moderna Tel Aviv, que se extiende hacia el norte y el este. Yafo (antigua Jaffa) es una ciudad de estilo árabe con edificaciones antiguas y calles tortuosas. Por el contrario, Tel Aviv posee amplias avenidas arboladas y modernos edificios de viviendas; cabe destacar la denominada “ciudad blanca”, un conjunto arquitectónico excepcional del movimiento moderno, construido entre los primeros años de la década de 1930 y 1948, siguiendo un plan urbanístico creado por Patrick Geddes. La ciudad es el corazón de la vida cultural israelí y cuenta entre sus instituciones con museos, centros dedicados al arte y la música, con una orquesta filarmónica y varias compañías de teatro. El ministerio de Defensa israelí (denominado Histadut) tiene en Tel Aviv-Yafo su cuartel general; es también la sede de la Universidad de Tel Aviv, fundada en 1953. La Universidad de Bar-Ilan (1955) se encuentra en el barrio de Ramat Gan. En la ciudad se publica un gran número de periódicos y revistas en distintas lenguas.
Podríamos decir que en Tel Aviv todo es original.  Hasta los platos donde sirven los alimentos.  En las edificaciones la geometría abstracta juega un papel predominante,  obras limpias, sin colorete, las plazas pública exhiben creaciones escultóricas en vez de bustos y estatuas heroicas y a pesar de que poco llueve y los ríos son escasos, el agua llega a presión, muy diferente a Ciudad Bolívar al lado del caudaloso Orinoco donde el agua llega suave sin fuerza.  La gente es culta, no hay discriminación de ninguna clase, musulmanes como cristianos, judíos y drusos gozan de los mismos derechos, los automóviles no son lujosos y prácticamente duermen en la calle, la seguridad ciudadana es absoluta y a pesar de que es un país en guerra y constantemente amenazado por el terrorismo, usted  casi no ve ni militares ni policías en la calle y es que no hace falta porque el habitante tiene la moral muy alta y es respetuoso de la ley.



Las bolivarenses Priscila Patete y Rosita Pérez Yépez caminan descalzas  por la costa del Mediterrán
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Cesárea, la ciudad construida por Heródes



Una famosa y amurallada ciudad construida por Herodes  en el siglo V y que ha sido desenterrada por arqueólogos de varias naciones.

Texto y fotos de Américo Fernández

Hemos dejado a la moderna Tel Aviv para dirigirnos a la desenterrada Cesárea, ciudad Cesárea, en honor al emperador romano César Augusto, pues fueron romanos quienes levantaron esta ciudad palestina protegida por un rompe olas del Mar Mediterráneo.
En el curso de la vía sólidamente asfaltada, vimos el antiguo asentamiento bíblico de Jaffa, considerado el primer puerto del mundo y en donde embarcó el profeta hebreo Jonás cuando quiso inútilmente desobedecer la orden de Dios.  Ya sabemos desde niño que un cetáceo se lo tragó y lo regresó a su destino.
Hacia Cesárea nos dirigimos en un confortable bus atestado de turistas de varias nacionalidades, guiado por un uruguayo de ascendencia judía llamado Marcelo, quien nos habló de Herodes el Grande como un guerrero de gran fortaleza creadora, pero más conocido por su persecución contra los judíos y la degollina de los Inocentes entre los cuales suponía que estaba su sucesor.
Herodes, nombrado por el Senado romano Rey de Judea en el año 37 antes de Cristo, conquistó Jerusalén y fundó un vasto imperio, acarreando el odio de los judíos que no pudo aplacar aún casándose con una princesa hebrea.  Tuvo este rey diez esposas en el curso de su mandato y con ellas varios hijos que le disputarían el trono.
Pero no quiso reinar desde Jerusalén.  Prefirió fundar una nueva ciudad del tamaño de su ambición y así edificó a Cesárea, más cerca de Roma a través del Mediterráneo aunque para ello debió vencer las dificultades de una naturaleza accidentada asediada por un mar frecuentemente proceloso. Desde allí reinó sobre-seguro junto con 12 mil habitantes (romanos, griegos y judíos)  protegido por una gran muralla contra las periódicas invasiones y rebeliones. 
Como cualquier ciudad de estilo romano, los edificios más sobresalientes eran el Palacio Real y el Templo al lado de otros edificios gubernamentales, un Teatro semicircular que se tiene como el más antiguo ejemplo de la arquitectura romana.  Este anfiteatro ovalado que en fechas especiales utilizan los israelíes para espectáculos, tenía capacidad hasta para  15 mil espectadores y fue utilizado también como hipódromo.  El puerto de la nueva ciudad fue considerado entonces como uno de los mayores del Mediterráneo y estaba rodeado por una muralla que descansaba sobre el fondo del mar.  Era uno de los más frecuentados del Mediterráneo.  Las naves que amarraban después de diez días de navegación desde Europa, traían mercaderías de ese continente y volvían con valiosos productos locales como incienso, mirras y otras especies. Para surtirse de agua, Herodes hizo construir un acueducto que traía el agua desde los manantiales de los montes Carmelo.  Esta obra prodigiosa cuyas ruinas tuvimos la oportunidad de fotografiar, descansaba sobre arcos durante la mayor parte de sus diez kilómetros de longitud.
Cesárea fue creada casi exclusivamente de piedra caliza blanca,  con un solo estilo arquitectónico, él helenista, y colonizada por un solo hombre: Herodes.  Su fama se propagó por doquier como ciudad portuaria y real y fue desde aquí que Poncio Pilatos y su séquito se encaminaron a Jerusalén el día de Pascua en la que Jesús fue condenado a morir en la cruz.
Durante el período bizantino, Cesárea llegó a la cumbre de su crecimiento y contaba con una población de 30 mil habitantes judíos, cristianos y samaritanos.  En el año 640 cayó en poder de los árabes.  Luego en manos de los Cruzados que masacraron a sus habitantes árabes y judíos y establecieron una importante presencia cristiana.  Los Cruzados se mantuvieron allí durante tres décadas al cabo de las cuales Cesárea fue invadida y destruida por los mamelucos musulmanes en el siglo XIII.  Abandonada durante siglos, sus ruinas quedaron sepultadas bajo la arena.  Los primeros europeos que exploraron las ruinas de Cesárea fueron cartógrafos franceses que llegaron en el  ejército de Napoleón en 1799.  A partir de allí se despertó un inusitado interés internacional por desenterrar aquella bíblica ciudad fundada por Herodes y en esa vasta  tarea juega papel decisivo indudablemente el Departamento de Arqueología y Museos del Ministerio de Educación y Cultura de Israel.












Haifa, la principal ciudad portuaria de Israel



La principal ciudad portuaria de Israel sobre el Mar Mediterráneo, dominada por la serranía del Monte Carmelo.
Texto y fotos de Américo Fernández
A la orilla de la bahía de su nombre se levanta Haifa, el puerto más importante de Israel conectado a Tel Aviv por una fluida autopista que hace más expedito y corto el camino a una velocidad superior a los 100 kilómetros por hora en el bus que nos embarcamos con 50 turistas de varios países latinoamericanos..  Atrás quedó la antigua ciudad de Herodes El Grande donde posteriormente los Cruzados se hicieron fuertes aunque a costa de mucha sangre.
            A lo largo de la bahía se hallan las refinerías del petróleo que Israel encontró y explota en Néguev, una fundición de acero, industrias de vidrio y cemento, otra de textiles, de fertilizantes y automóviles.  Bellos suburbios residenciales observamos sobre los montes Carmelo así como el Instituto Israelí de Tecnología, el Instituto Universitario, Museos, el Teatro Municipal y desde lo alto el templo y centro mundial de los Bahistas así como  la Cueva del Profeta Elías sobre el Monte Carmelo.
            Haifa está conectada por carretera y ferrocarril con el resto del país, y en ella se localiza la principal base naval de Israel con centenares de buques desplazando millones de toneladas de carga. Su marina mercante se renueva constantemente. Por ser un enclave industrial de importancia, Haifa fue una codiciada presa mientras duró la Guerra de Palestina de 1948 y llegó a ser el objetivo de los misiles iraquíes durante la Guerra del Golfo Pérsico.
Visitamos el Monasterio Carmelita de Stella Maris que se alza en la mitad de la costa mediterránea, a unos 150 metros sobre el nivel del mar.  Allí se extiende una terraza  y sobre ella el faro de Haifa y el Convento Stella Maris, Santuario de la Orden de las Carmelitas Descalzas.  En el mismo monte con vista de la ciudad, los Jardines Persas, abstracción geométrica de la idea del paraíso corámico. El Monte Carmelo se tiene como un lugar sagrado para muchas religiones. En 1150 se fundó en este monte la orden religiosa de los carmelitas. El monasterio, reconstruido en 1828, tiene vistas espectaculares a la bahía de Haifa.

Otro santuario en el Monte Carmelo es el levantado a la memoria del profeta Mirza Alí Muhammad de Shirâz, conocido como Bab (en árabe, 'puerta principal'). La ciudad es la sede mundial del bebaísmo, secta religiosa sucesora del babismo creada a fines del siglo XIX por Mirza Husain Alí Nuri, quien consideraba que cumplía con todos los requisitos de la profecía efectuada años atrás por Bab.
Seguidamente el conductor del Bus nos facilitó el encuentro con el puerto de San Juan de Acre, importante desde la época de los fenicios, ciudad bíblica de la tribu de Aser.  La ciudad de Tolomaida, en la época de los Tolomeos, donde desembarcó el apóstol Pablo camino a Jerusalén a donde fue enviado por sus padres para que estudiara la religión y las tradiciones hebreas con el gran rabino Gamaliel  Asociado al Sanedrín en Jerusalén, asistió a la ejecución de San Esteban, el primer mártir cristiano.  Por aquel entonces le pidieron sus superiores que se trasladara a Damasco para apresar allí a los judíos cristianos y conducirlos a Jerusalén.  Estaba en estos menesteres camino a Damasco cuando se le apareció Jesucristo y lo convirtió en un nuevo apóstol del cristianismo.  San Pablo se tiene como el fundador de la Teología cristiana y como gran predicador y organizador. 
La privilegiada posición de San Juan de Acre hizo de esta ciudad en la historia una plaza disputada, engrandecida, destruida, amada y odiada.  Es una de las ciudades más antiguas del mundo, declarada por la Unesco  Patrimonio de la Humanidad.  En ella se erigió la Ciudadela de los Templarios en tiempos de los Cruzados.  Los Caballeros Templarios, una orden de carácter  religioso y militar nacida después de la primera cruzada.  Fue fundada en Jerusalén en 1118 por nueve caballeros franceses  con el objeto de cuidar del Santo Sepulcro y socorrer  a los peregrinos.

La ciudad de Haifa vista desde lo alto del Monte Carmelo
Los Jardines Persa y abajo la ciudad de Hayfa



Santuario en el Monte Carmelo a la memoria del fundador de Babaismo
San Juan de Acre, 5000 años de historia

Galilea, donde transcurrió parte de la vida de Cristo y sus apóstoles



Región montañosa, alta y fría, del Norte de Israel, famosa por el Lago Tiberiades, donde transcurrió parte de la vida de Cristo y sus apóstoles.

Texto y fotos de Américo Fernández

Después de hartarnos de tierra milenaria y de monumentos ancestrales de sectas y religiones, fuimos a parar en un famoso Kibutz en tierras de Galilea, transformado en Hotel para turistas con el nombre de  Kibutz Kfar Giladi, realmente  bucólico, pero confortable y acogedor.
            Los Kibutz son colonias comunales o colectivas gobernadas por la asamblea general de sus miembros.  Todos los bienes son propiedad común y el trabajo está organizado en base colectiva.  Los miembros, llamados kibutzin, reciben a cambio de su trabajo vivienda, alimentación, ropa y servicios sociales.  En el Kibutz el comedor, la cocina, los almacenes, el jardín de infancia, los dormitorios de niños y el centro social y cultural son comunes.  Los adultos viven en viviendas separadas.  Los kibutzin se dedican principalmente a la agricultura, pero muchos cuentan con empresas industriales.  El más antiguo, Degania, fue fundado en 1909.
            Pernotamos en el Kibutz transformado en Hotel y luego de un desayuno tipo buffet, muy nutritivo, variado y abundante, alistamos nuestras maletas y salimos hacia la montaña de las Bienaventuranzas.  En esta montaña, según la Biblia (Sermón de la Montaña), Jesucristo prometió felicidad a quienes siguen sus enseñanzas y vivan conforme a las virtudes de humildad, mansedumbre y paciencia.
            Seguidamente nos dirigimos a Tabgha, el sitio tradicional de la multiplicación de los panes y los peces y el cual se encuentra cerca de la orilla noreste del Lago Tiberiades o Mar de Galilea y a 2,5 kms al sur de Cafarnaúm, a donde pensamos llegar.
"Tabgha",  llamada también lugar de los siete manantiales, fue visitada por la peregrina Egeria en el año 383 y ella menciona algunos escalones en la línea de la ribera en la que Jesús se parara una vez y un campo contiguo en el que alimentara a la multitud con cinco panes y dos peces. Menciona ella una iglesia en la que se encontraba la piedra sobre la que Jesús colocara el pan para dividirlo entre la gente, pero las modernas investigaciones arqueológicas pusieron en descubierto que durante la segunda mitad del siglo IV se construyeron pequeñas capillas en los lugares. Estas investigaciones fijaron también que ese lugar concuerda con la descripción de los Evangelios de "un lugar desierto", pues no se hallaron evidencias de casas ni de cultivos. La actual Capilla de la Primacía de Pedro que visitamos,  fue construida en 1933 por el Custodio Franciscano de la Tierra Santa. El cercano Monasterio benedictino e Iglesia de la Multiplicación de los Panes y los Peces fue consagrado en 1982.En Cafarnaum, a dos kilómetros y medio, como dijimos, visitamos las ruinas de la casa de Pedro y de la Sinagoga del Siglo II. 
En Cafarnaum, en la costa noroeste del mar de Galilea o lago Tiberíades, los arqueólogos comenzaron a realizar excavaciones en 1905 en busca de los escenarios que tuvieron que ver con la vida de Jesucristo descritos en los Evangelios y, efectivamente, según pudimos ver, hallaron ruinas que se cree eran el hogar de los primeros discípulos de Jesús: Andrés, Mateo y Pedro. Únicamente se conservan algunas ruinas de la ciudad antigua, entre ellas una sinagoga construida entre los siglos II y IV después de Cristo bajo la influencia romana. Monjes franciscanos restauraron parte de la sinagoga y construyeron un monasterio, que aún mantienen. En 1981 se descubrieron los restos de una sinagoga del siglo I.
En el Mar de Galilea o Lago Tiberiades, dos barcos debidamente acondicionados realizan paseos cortos por el lago y quienes íbamos de visita no dejamos de aprovechar la oportunidad en nuestro tiempo libre para navegar y fantasear en las aguas que sirvieron de escenario a la vida de Jesucristo y donde Pedro, el apóstol, solía pescar la sabrosa tilapia que nos tocó degustar en el restaurante del hotel Royal Plaza en Tiberias.  La tilapia, como se ve, es un pez de agua dulce y su carne exquisita como la de nuestro pavón.  Es un pez con escama, de lo contrario no lo comerían los judíos.  En Israel lo llaman “El pescado de San Pedro” y es de una particularidad muy curiosa pues es un pez que cuida de sus crías. Algunas construyen nidos en los que depositan los huevos y los guardan con celo, ahuyentando a cualquier intruso. Otras reúnen a las crías en su boca, donde las protegen. En esta incubación bucal participan uno o los dos progenitores. Las crías se liberan a intervalos, pero se acumulan de nuevo en la boca cuando están amenazas.


Iglesia de las Bienaventuranzas o  “Sermón de la Montaña

Luego de un paseo por el Lago Tiberiades desembarcan los turistas, entre ellos, las bolivarenses biólogos del Ministerio del Ambiente Lesbia Granadillo y Riolama Fernández.

Lago Tiberiades conocido como Mar de Galilea

Restos de la casa donde vivió el apóstol San Pedro.


Santuario levantado en el lugar de la multiplicación de los panes y los peces.

Ruinas de una Sinagoga construida entre los siglos II y IV después de Cristo








            

TIBERIAS, fundada por un hijo de Herodes en el año 21.



Es una ciudad histórica y turística famosa fundada el año 21 de nuestra era por un hijo de Herodes.

Texto y fotos de Américo Fernández

Después de Cafarnaum donde conocimos las ruinas de la Casa de San Pedro y la recién desenterrada Sinagoga del Siglo II, nos dirigimos a Tiberias, capital de Galilea, con sus 31 mil habitantes a la orilla del lago Tiberíades y nos encontramos con una ciudad histórica y turística de gran atractivo, famosa por demás en el mundo entero, sobre todo, porque fue fundada el año 21 de nuestra era en tiempos del Emperador romano Tiberio, por un hijo de Herodes el Grande.
La ciudad, por lo tanto, debe su nombre al Emperador Tiberio. Después de la destrucción del Templo de Jerusalén, el hogar de la vida espiritual judía se transporta hacia el norte y Tiberías se convierte en la capital de Israel y en el centro de los estudios rabínicos. El rabino Maimónides, filósofo, matemático y físico, reconocido como el filósofo judío más importante de la Edad Media, está enterrado en esta ciudad. La ciudad prosperó hasta el siglo XI y luego perdió su esplendor durante la época de las Cruzadas. Más tarde, la ciudad volverá a ser judía gracias a Solimán el Magnífico, rey el imperio otomano.
De aquí pasamos a Caná de Galilea, lugar del Primer Milagro de Jesús, al transformar el agua en vino.  El Evangelio de San Juan dice que el milagro ocurrió durante unas bodas en Caná de Galilea. Estaban allí la Madre de Jesús y sus discípulos y como faltó el vino, la madre de Jesús intervino y en seis tinajas que allí había, Jesús sugirió que las llenaran de agua y luego el agua se convirtió en vino.
Tras recorrer 29 kilómetros, animado los turistas latinoamericanos por los interesantes relatos del guía Marcelo, llegamos a Nazaret, muerto de risa, celebrando que la primera llamada a larga distancia que desde el hotel había hecho nuestra compañera Rosita Pérez Yépez a Ciudad Bolívar fue para preguntarle a su marido si le había echado maíz a las gallinas.  Rosita vive en las afueras, pero en el centro de la ciudad trabaja junto con Jesús Alexis en la escuela de pintura Armando Reverón.
Nazaret, con más de 30 mil habitantes, se tiene y venera como el hogar de Jesús, convertido desde el siglo IV en un relevante centro cristiano.  Existe allí un gran número de iglesias y de fundaciones cristianas.  Sobresalen la Basílica de la Anunciación, la Iglesia de José en el lugar donde estaba la carpintería y la Fuente de la Virgen, donde el Arcángel Gabriel se presentó a María.
Pernotamos en el Hotel Royas Plaza de Tiberias y  a las ocho de la mañana salimos  hacia Yardenit, lugar del Bautizo de Jesús en el río Jordán.  Continuamos a Beit Shean para visitar las excavaciones de una ciudad romana y salimos vía Jericó, la ciudad más antigua del mundo para visitar el Monte de las Tentaciones y el Mar Muerto, lago salado situado entre Israel y Jordania. A unos 395 m bajo el nivel del mar, es la extensión de agua más baja de la Tierra. El mar Muerto recibe agua del río Jordán, que entra en el lago desde el norte.   El Río Jordán discurre en dirección sur a través del lago Tiberíades y constituye el límite fronterizo entre Jordania e Israel durante la mayor parte de su recorrido, hasta su desembocadura en el mar Muerto. En una región tan árida como el Oriente Próximo, la pequeña cantidad de agua que aporta el río Jordán es de gran importancia. Para Israel supone la principal fuente de suministro de agua de superficie a través del lago Tiberíades, de donde se obtiene la mitad del agua potable del país. Un sistema de conducciones lleva el agua necesaria para el consumo humano desde el lago hasta las ciudades israelíes, así como el que se destina a la agricultura, en la zona del interior y al desierto de Néguev. Los manantiales que antes vertían sus aguas en el lago Tiberíades aumentando la salinidad de sus aguas, se han desviado hasta un lugar más al sur con objeto de que aporten directamente sus aguas al río. En el punto en que el Jordán sale del lago, un lugar considerado sagrado, se han construido instalaciones para que los peregrinos cristianos puedan celebrar el sacramento del bautismo. Tanto en el Jordán donde San Juan bautizó a Jesús como en el Mar Muerto se bañaron las biólogas Lesbia Granadillo, Riolama Fernández y la ecóloga Rosita Pérez Yépez, según ellas, la experiencia, física y espiritual, es realmente única e indescriptible.



El Río Jordán donde fue bautizado Jesús




Excavaciones donde aparece una ciudad construida por los romanos.

Bañistas en el Mar Muerto





Vista panorámica de la antigua ciudad de Tiberia

El camello, bestia de carga y paseo de los palestinos.


Jerusalén, entre el Mediterráneo y el Mar Muerto



Entre el Mediterráneo y el Mar Muerto surge Jerusalén, la Capital de Israel, y tierra de la mayor atracción espiritual del mundo.  Tanto judíos como cristianos y musulmanes la llaman “Tierra Santa”.

Texto y fotos de Américo Fernández

Atravesamos el desierto de Judea y por el camino de Jesús, llegamos a Jerusalén y nos hospedamos en  el Hotel Jerusalén Gate, para iniciar el siguiente día con una visita al Santuario del Libro donde se hallan los Pergaminos del Mar Muerto y el modelo a escala de la ciudad en tiempos de Jesucristo. Los manuscritos en papiro fueron descubierto en 1947 en varias cuevas de Jordania e incluyen manuales de disciplina, libros de himnos, comentarios bíblicos y textos apocalípticos.
            Jerusalén, con 700 mil habitantes residentes, aparte de los millares de turistas y peregrinos que vistan la ciudad, se alza sobre una meseta de 750 metros de altura a 24 kilómetros del Mar Muero y 52 en línea recta del Mediterráneo.
            El Rey David la convirtió en la capital de Palestina o Canaán, en el año 1000 antes de Cristo y desde entonces ha sido invadida, repartida y profanada.  Hoy se encuentra virtualmente unificada bajo el dominio y administración de Israel, nación erigido en el hogar definitivo de los judíos y realmente autónoma y soberana desde 1948 por decisión de las Naciones Unidas.
            Cuando usted la visita se da cuenta que existen dos ciudades, la Ciudad Nueva en pleno crecimiento y la Ciudad Vieja amurallada y en sus alrededores varios de los santuarios más sagrados del judaísmo, el cristianismo y el mahometanismo, así como  bazares y pintorescos barrios.  En uno de esos barrios muy animado por las noches, nos detuvimos en un a esquina: Riolama, Lesbia, Rosita y  yo, a disfrutar las melodías  que salían del acordeón de un viejo argentino.  Hay como 80 mil argentinos en todo Israel. Visité la casa en un Kibutz de uno de ellos, casada con una profesora Liliana Lara, de Maturín.  Él trabaja cerca de la Franja de Gaza donde frecuentemente caen los misiles anunciados previamente con un sistema automático de alarma que da tiempo a los residentes protegerse bajo refugios blindados.  Por eso hay tan pocos muertos.
            Visitamos la Universidad Hebrea de Jerusalén situada en el Monte Scorpus y donde cursan más de 30 mil estudiantes así como también el Yad Vashem, monumento recordatorio del Holocausto. Yad Vashem es un lugar dedicado a las víctimas y héroes del Holocausto, un amplio complejo de museos, monumentos, exposiciones al aire libre, archivos y bibliotecas. El Monumento a los Niños está excavado en una cueva y conmemora al millón y medio de niños que fallecieron durante el Holocausto.
            El recorrido prosiguió hacia Ein Karem, para reconocer las iglesias de San Juan Bautista y de la Visitación de María.  Por la tarde viajamos a Belén en, Cisjordania, ocupada por Israel desde 1967 durante la Guerra de los Siete Días.  Es el lugar donde nació Cristo, y por ello es venerado como lugar santo. Allí visitamos una de las más antiguas iglesias del mundo, la iglesia de la Natividad, construida por Constantino I el Grande, emperador de Roma, en 330, en el lugar que la tradición indica para el nacimiento de Cristo. A pesar de la reconstrucción realizada por el emperador romano Justiniano I, en el siglo VI, puede aún verse gran parte de la iglesia original, y la capilla acoge constantemente peregrinos cristianos. Nos llevaron luego a la Capilla de San Jerónimo y de San José y el campo de los pastores.
            Regresamos al hotel para el día siguiente  vía Monte Scorpus visitar el Monte de los Olivos y apreciar una magnifica vista de la ciudad antigua.  Continuamos hasta los Jardines de Getsemaní para visitar la Basílica de la Agonía y la ciudad nueva de Jerusalén.  Salimos inmediatamente hacia la Ciudad Antigua. Queríamos ver el Muro de los Lamentos.  Gemidos, largos lamentos percibimos a esa hora bajo un sol ardiente a donde no podían llegar juntos hombres y mujeres.  Provistos obligatoriamente de un kipá en la coronilla pudimos palpar y tocar de cerca el  sitio más sagrado del judaísmo.  Los guayaneses del grupo colocaron papelitos en las ranuras del muro deseando mejor suerte para Ciudad Bolívar.
            Más próximo estaba y allí estuvimos sin dilación, en la explanada del Templo de Salomón en donde se ubican  la Mezquita de Omar, mejor conocido como Domo de la Roca, y la Mezquita de El Aqsa.  Finalmente recorrimos a pie hasta el Pretorio y por la vía Dolorosa, con sus diversas estaciones, hasta el monte del Calvario donde visitamos la Iglesia del Santo Sepulcro y luego el Monte Sión, tumba del Rey David, El Cenáculo y la Abadía de la Dormición.



Museo Recordatorio del Holocausto


Monte de los Olivos

Vista de Jerusalén




Muro de los Lamentos